En una acción de gobierno inédita, el alcalde Noé Castillo Olvera inició hoy el Programa de Mejoramiento de Humildes Viviendas en diferentes puntos de la ciudad, para transformarlas en un tiempo no mayor a las 72 horas.
Los albañiles trabajarán día y noche y el compromiso es entregar las primeras tres casas, impecables y totalmente terminadas a sus dueños el próximo viernes.
La jornada comenzó con un emotivo acto en los hogares de doña Pascualita, Don Moisés y Don Apolinar, tres ancianos que viven en condiciones de extrema pobreza y abandono, como lo demostraron los estudios socioeconómicos realizados por personal a cargo de la directora del DIF, Lic.Mabel Luna Gallegos.
Acompañado por miembros del ayuntamiento y colaboradores, el alcalde dio el banderazo inicial a este programa que busca brindar un rayo de esperanza a quienes más lo necesitan.
El jefe de la comuna y equipo de colaboradores acudieron hoy para dar el banderazo inicial de este programa a los domicilios de doña Pascualita, Don Moisés y Don Apolinar, tres ancianitos que literalmente viven en situación de abandono, como lo demostraron en estudios socioeconómicos realizados por personal a cargo de la directora del DIF, Mabel Luna Gallegos.
Destacó que este y otras programas con su sello personal, obedece a su interés de cerrar la brecha de la desigualdad, comenzando desde la parte más baja de la indigencia, desde los cinturones de la miseria, ahí, donde las garras de la pobreza se arraigó a ciencia, paciencia, conveniencia y perversidad del PRI y el PAN, al utilizar a los maginados como “reserva electoral”, engañándolos con dádivas y lavándoles el cerebro durante más de 80 años, para que aceptaran su desgracia.
¿𝗖𝗼𝗻𝘀𝘁𝗿𝘂𝗶𝗿 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗶𝘃𝗶𝗲𝗻𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝟳𝟮 𝗵𝗼𝗿𝗮𝘀?
Esa fue la pregunta recurrente de los reporteros, al presidente municipal, quien evidentemente emocionado respondió: “Es un desafío, es un reto, pero sobre todo es un acto de justicia social que se contextualiza en la filosofía del Humanismo Mexicano, sobre el cual nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador, basó todos los programas sociales que hoy, son ejemplo en decenas de países centro y sudamericanos y hasta en naciones europeas y africanas”.
Desde hoy, doña Pascualita, Don Moisés y Don Apolinar se encuentran bajo resguardo del DIF Municipal, en donde son atendidos en un espacio confortable y sus pertenencias se encuentran en un sitio seguro.
Al retornar encontrarán un panorama diferente, con una vivienda digna con sanitario renovado, cama y colchón nuevo y una estufa equipada.
La inversión total en este primer programa piloto de 10 humildes viviendas, es del orden de los 𝟴𝟬𝟬 𝗺𝗶𝗹 𝗽𝗲𝘀𝗼𝘀, pero además, por sus condiciones precarias, los beneficiarios ya forman parte del padrón del Programa de Apoyo Alimentario, subsidiado también con recursos propios.